Nutriendo el Matrimonio

En la verdadera relación del matrimonio, la independencia del esposo y de la esposa son iguales, su dependencia mutua y sus obligaciones, recíprocas.

LUCRETIA MOTT

         La jornada espiritual de un individuo puede mejorar y fortalecerse en la relación marital. El pacto matrimonial abre la puerta a un amor libre y sin reservas, al perdón, a compartir fortalezas, a tener confianza y a nutrir el crecimiento uno del otro. La relación prospera en la práctica mutua de la apertura, de la honestidad y de la responsabilidad compartida.
         La responsabilidad de la Junta de nutrir, ayudar y celebrar un matrimonio que esté bajo su cuidado, no termina con la boda, sino que continúa a través de toda la vida. El Comité de Clarificación en el matrimonio puede tomar la iniciativa para establecer una relación continua con la pareja. Por ejemplo, las celebraciones, las jornadas de trabajo y las charlas grupales de apoyo, así como las reuniones para adoración, son importantes en la vida del matrimonio. Las parejas con frecuencia aprecian el sentido de cuidado que la Junta ofrece cuando los tiempos son fáciles, pero no invitan al proceso en tiempos difíciles.
         Así como con los matrimonios conducidos bajo el cuidado de la Junta, los matrimonios de miembros fuera de la Junta requieren de apoyo amoroso y cuidado. Si un miembro se casa fuera del cuidado de la Junta, algunos miembros del Comité de Atención deberán visitar a la pareja de recién casados expresando el apoyo de la Junta para la nueva relación. Uno de la pareja que no sea miembro, será bienvenido e invitado a asistir a las reuniones.
         Los Amigos que tengan una inquietud acerca de su propio matrimonio o por el de otros, deberán llevar tal inquietud al Comité de Atención. Como testigos y participantes en la celebración del matrimonio, los integrantes de la Junta tienen la responsabilidad de ser constantes y directos al cumplir su obligación. Los Consejeros pueden sentir la preocupación y la necesidad de acción antes que la pareja. La adoración piadosa y la guía de Dios conducirán a todos en estas situaciones, superando las vacilaciones y la turbación. Las Juntas posiblemente deseen desarrollar directrices para ayudar tanto a matrimonios sanos como a aquéllos que tengan problemas y así nutrir más fácilmente a los integrantes del matrimonio en su comunidad. Una ayuda similar puede ser ofrecida a parejas de no-miembros que estén activos en la vida de la Junta.
         Los Amigos no deben soportar abuso físico o emocional, tampoco deben ellos o sus hijos ser expuestos a explotación sexual. Si el Comité de Atención se entera de tal explotación o abuso, ellos deberán dirigirse al que ha ofendido directamente, buscando corregir la conducta inaceptable. Al mismo tiempo que se mantienen tanto al ofensor como al ofendido en la Luz, incumbe a los Amigos proteger a la (s) víctima (s) y buscar ayuda para el ofensor. Esto puede, en forma apropiada, involucrar la información a las autoridades legales y otros servicios. Donde el abuso o la explotación existen, la asesoría y/o la separación o el divorcio, pueden ser recomendados.

El Comité de Clarificación en el Matrimonio

        Cuando se recibe la solicitud para que un matrimonio se lleve a cabo bajo el cuidado de la Junta, los consejeros deberán nombrar un Comité de Clarificación en el matrimonio. Los miembros de este comité deberán estar disponibles, deseosos de dar consideración piadosa con relación al curso correcto de acción, y deberán también estar bien informados acerca de la práctica de los Amigos (Ver Apéndice 6A). El Comité de Clarificación en el matrimonio y la Junta deben ser sensibles a las esperanzas y a las expectativas de la pareja al fijar la fecha de la boda. Sin embargo, mientras la Junta no haya aprobado el hecho de tomar el matrimonio bajo su cuidado, ninguna fecha será anunciada.
         La pareja y el Comité de Clarificación en el matrimonio deberán reunirse para llevar a cabo discusiones meditadas y piadosas para buscar la voluntad de Dios con relación al matrimonio propuesto. El comité puede también reunirse con cada uno de los miembros de la pareja individualmente. Algunas preguntas o temas específicos pueden ayudar en las entrevistas, o bien estos pueden surgir de la adoración. Todos en el proceso de clarificación deberán llegar a cada reunión con sus corazones y sus mentes abiertas y con el tiempo suficiente para que se consiga una comprensión y un cubrimiento completos. Los posibles impedimentos serán explorados para estar seguros de que la pareja esté libre de obligaciones conflictivas.
         Cuando la pareja y el comité estén satisfechos en cuanto a que el matrimonio deba proceder, el Comité de Clarificación en el matrimonio reportará a los Consejeros indicando que la unidad ha sido alcanzada. La Junta Mensual aceptará el reporte para considerarlo en la próxima Reunión para Acuerdos (Ver Aplazando decisiones). Cuando la Junta se haya reunido para aprobar la solicitud, una fecha y un lugar para la boda deberán ser programados y la Junta nombrará un Comité de Arreglos.
         Si la unidad para avanzar no se ha alcanzado, el Comité de Clarificación en el matrimonio y la pareja pueden optar por continuar buscando la voluntad de Dios en este asunto o ellos pueden preferir dejar a un lado la solicitud indefinidamente o aun permanentemente. Esto deberá ser reportado a los Consejeros.

La Reunión para Adoración

117.- . … como el hierro afila al hierro, verse los rostros uno a otro, cuando ambos están interiormente reunidos hacia la vida, da ocasión para que la vida secretamente se eleve, y pase de recinto interior a recinto interior. Y así como tantas velas encendidas, puestas en un lugar, aumentan grandemente la luz, y hacen que brille más, así cuando muchos están reunidos espiritualmente dentro de la misma vida, hay más de la gloria de Dios, y su poder aparece, para refrescar a cada individuo …

ROBERT BARCLAY, 1671

118.- En un Domingo en la mañana que nunca será olvidado, yo era una de un grupo pequeño de adoradores silentes quienes se contentaban con estar sentados juntos sin palabras, las cuales cada uno podría sentir después y acercarse a la Divina Presencia, sin obstáculo alguno, si no es que ayudada por cualquier expresión humana. La expresión, yo sabía era libre, si las palabras te fueran dadas; y, antes de que la reunión terminase, unas pocas palabras fueron pronunciadas con gran sencillez por un hombre viejo y aparentemente poco ilustrado, poniéndose de pie en su lugar entre el resto de nosotros. Yo no puse mucha atención a las palabras que él habló y no recuerdo su significado. Mi alma entera estaba plena de una paz que las palabras no pueden expresar en la no perturbada oportunidad de comunión con Dios, con el sentido de que yo había por fin encontrado un lugar donde yo podría, sin la menor sospecha de insinceridad, reunirme con otros en la simple búsqueda de su Presencia. Sentada en silencio no me obligaría a cosa alguna; me podría abrir (como lo hizo esa mañana) realmente, las puertas del cielo.

CAROLINE STEPHEN, 1872

119.- Nosotros apreciamos muchísimo la espera silente por el Señor en humilde dependencia de Él. Nosotros estimamos que es una parte preciosa de la adoración espiritual y confiamos en que ningún ofrecimiento vocal la excluirá de su verdadero lugar en nuestras reuniones religiosas. No permitamos que el silencio … sea usado en contemplaciones insensibles o vacías sino en una espera paciente a la expectativa humilde y piadosa del Señor.

JUNTA ANUAL DE LONDRES, 1886

120.- El silencio es a menudo una dura disciplina, es exponer el alma desnuda ante Dios, es escuchar al «reproche de vida». Pero la disciplina debe ser observada siempre, es necesario someterse al reproche antes de que podamos encontrar nuestro lugar correcto en el templo. Las palabras pueden ayudar y el silencio puede ayudar, pero lo que realmente se necesita es que el corazón se dirija a su Creador como la aguja se dirige a la vara. Por eso debemos estar en quietud.

CAROLINE STEPHEN, 1908

121.- En la quietud unida de una verdadera reunión de «profundidad espiritual» hay un poder conocido sólo mediante la experiencia, y misterioso aun cuando estamos muy familiarizados con él. Hay tal vez pocas cosas que fluyan más fácilmente «del recinto interior a recinto interior» que la quietud. La presencia de los compañeros adoradores, de alguna manera gentilmente penetrante, revela al espíritu algo de la cercanía de la Divina Presencia. «Donde dos o tres están en reunión profundamente espiritual en Su Nombre», ¿acaso no hemos sentido una y otra vez que la promesa se ha logrado y que el Maestro mismo estuvo realmente «en medio de nosotros»? Y proveniente de las profundidades de esta quietud es que surgen a veces palabras habladas, las cuales, al brotar de la mismísima fuente de la oración, tienen algo de su poder, algo de su efecto vivificante, unificador y de purificación. Las palabras como éstas tienen por lo menos tanto poder como el silencio para la reunión profunda espiritual hacia la quietud.

CAROLINE STEPHEN, 1908

122.- Desde sus primeros días la Sociedad Religiosa de los Amigos ha enfatizado a la comunidad cristiana, la importancia de un ministerio viviente, libremente dado al servicio de Dios y del hombre, una tarea que llama a la dedicación de vida y a menudo de sacrificio de otros derechos, porque está involucrada no la búsqueda de una profesión, sino la obediencia a una vocación.

JUNTA ANUAL DE LONDRES, 1931

123.- La Reunión para Adoración eleva al plano más alto la relación del individuo con el grupo, ya que al reunirnos para la adoración, buscamos como grupo venerar a Dios – porque ésta es la diferencia esencial entre adoración corporativa y devoción privada – este hecho debe estar, consciente o inconscientemente presente a todos los que tomen parte y parecería un buen plan que al principio de la reunión estuviese conscientemente presente que cada uno debe elevar al grupo hacia Dios en oración.

W. RUSSELL BRAIN, 1944

124.- En 1948 durante la reunión formativa de la Asamblea del Consejo Mundial de Iglesias, una Reunión Cuáquera de Adoración «muestra» fue realizada, con la mayoría asistiendo por primera vez. Una tarjeta estaba en los bancos de la iglesia en alemán, francés e inglés con lo siguiente: «LA ADORACIÓN, de acuerdo a la práctica antigua de la Sociedad Religiosa de los Amigos, es enteramente sin dirección ni supervisión humana … No es totalmente exacto decir que tal Reunión es realizada sobre la base del Silencio; es más preciso decir que se lleva a cabo sobre la base de «Obediencia Sagrada ». Aquéllos quienes entran a tal Reunión pueden causar daño de dos maneras específicas: primera, al tener una determinación por adelantado de hablar; y segunda, al tener una determinación por adelantado de mantenerse en silencio. La única forma en que un adorador puede ayudar, es teniendo la determinación previa de tratar de estar abierto a escuchar la voz pequeña y serena y ha-
ciendo lo que le sea ordenado. Una Reunión así, es siempre una gran aventura de Fe a la que te invitamos en esta hora».

D. ELTON TRUEBLOOD, 1966

125.- El verdadero ministerio no es simplemente una expresión de opiniones sobre la verdad o sobre ideales de conducta. Este emerge de la comunión personal con Dios en una atmósfera de confraternidad con los demás, ya sea antes o a la hora de la reunión con ellos. Debe contener un mensaje directo adaptado a sus necesidades espirituales actuales. Para encontrar las palabras correctas para una compañía en una reunión espiritual profunda, ya sea para la oración vocal o para un testimonio, necesitamos esperar por ese sentido de llamado que viene a nosotros de Dios a través de la confraternidad de los corazones que están en unión hacia la armonía mediante el flujo, a través de ellos, de las emanaciones de Su presencia viviente. Por lo tanto, cualquier cosa que pudiese haber estado en nuestras mentes con antelación – cualquier pensamiento que pudiésemos haber desarrollado bajo el sentido de ayuda de Dios – deben conservarse como algo aún indefinido, con perfecta disponibilidad a abstenernos si es que el momento correcto no ha llegado. En un grupo numeroso, donde pudiera haber muchos que expresen su ministerio vocal, es de especial importancia que silenciosamente esperemos por una guía clara.

JUNTA ANUAL DE LONDRES, 1945

126.- Yo regresé a la Junta Cuáquera de mi niñez. Fue el silencio lo que me atrajo, ese silencio profundo, de sanación de la reunión cuando está en su punto óptimo, cuando la búsqueda de cada uno es intensificada por la búsqueda de todos, cuando los «dulces movimientos», «el aliento y el impulso» del Espíritu, el cual está en el interior de cada uno y más allá de todo, son esperados con expectación y son a menudo experimentados.

ELIZABETH GRAY VINING

127.- Nunca se debe suponer que porque el llamado ha venido una vez, vendrá de nuevo. Igualmente, si nunca ha venido, uno nunca debe pensar que éste nunca vendrá. Estrictamente hablando, todo lo que uno está llamado a hacer es estar listo si es llamado, y en este caso, una vez más, la diferencia entre el ministro y el Adorador ordinario desaparece, porque en el silencio … Dios seleccionará a quien Él desee. Tiene que decirse, sin embargo, que hay reuniones en las cuales hay poco sentido de la guía divina en el ministerio hablado, pero hay mucha confianza en lo que los Amigos acostumbraban llamar «la criatura». Estos vuelos de la fantasía de la imaginación, las preocupaciones intelectuales y las dificultades emocionales, proveen mucha información acerca de los ministros pero no mucha acerca de Dios.

JOHN PUNSHON, 1987

128.- No hay duda de la valía de uno para hablar o de la importancia del mensaje. Más bien, lo importante es la fuente del mensaje. ¿Viene del (de la) Amigo (a) quien hablaría, o a través de él o de ella? Y si el mensaje viene a través del Amigo, ¿está el mensaje adecuadamente situado en espacio y tiempo? ¿es para la reunión entonces y ahí congregada? o ¿es que el mensaje no ha madurado, o debe ser guardado en uno mismo, o mejor compartirlo después de la reunión con una audiencia más selecta?

LANNY JAY, 2000

129.- La formación espiritual para mi trabajo como sanadora, vino de la tradición cuáquera al escuchar repetidamente el llamado en la Reunión para Adoración y poniéndolo a prueba contra el deseo del ego de hablar. Viene del hecho de haber tenido una vez un llamado en una Reunión para Adoración y no haberlo expresado, y una mujer poniéndose de pie junto a mí en la reunión diciendo: «Hay alguien en esta reunión quien tiene un mensaje y no lo ha expresado. ¿Serás fiel?»

ELIZABETH DEARBORN, 2000

La Reunión para Acuerdos

130. Mantengan sus reuniones en el poder de Dios … Y cuando los Amigos hayan terminado con sus acuerdos, siéntense y aguarden un rato silenciosamente y esperen al Señor hasta sentirlo. Y no vayan más allá del Poder, sino que manténganse en el poder mediante el cual Dios todopoderoso puede ser sentido entre ustedes … Porque el poder del Señor trabajará a través de todos, si … ustedes lo siguen.

GEORGE FOX, 1658

131.- No en las formas del mundo, como en una asamblea mundana de hombres, mediante acalorados debates, levantándose la voz y superándose uno al otro en el discurso … no decidiendo los asuntos por mayoría de votos … sino que en la sabiduría, el amor y la fraternidad de Dios, con seriedad, con paciencia, en unidad y concordia, sometiéndose uno a otro en humildad de corazón y en el espíritu santo de la Verdad y en la rectitud, es que las cosas serán realizadas.

EDWARD BURROUGH, 1662

132.- Yo tuve ocasión para considerar que es una cosa pesada hablar mucho en Reuniones grandes para Acuerdos. A menos que nuestras mentes estén correctamente preparadas y nosotros entendamos claramente el caso de que hablemos, en lugar de adelantar el acuerdo, lo retrasamos y recargamos con más labor a aquéllos a quienes les corresponde el trabajo.
Si las opiniones egoístas o un espíritu parcial tienen espacio en nuestras mentes, no somos aptos para el trabajo del Señor. Si tenemos una perspectiva clara de los asuntos y un criterio adecuado en nuestras mentes al hablar, corresponde a nosotros evitar disculpas y repeticiones inútiles. Cuando la gente ha llegado desde lejos para asistir a una reunión para acuerdos con grandes dificultades, corresponde a todos ser cautelosos para que no se prolongue una reunión, especialmente cuando los asistentes han estado sentados durante seis o siete horas y les espera un largo viaje de regreso a casa.
En trescientos minutos hay cinco horas y aquél quien indebidamente detenga a trescientas personas un minuto, aparte de otras cosas malas que esto conlleva, hace un perjuicio similar al de poner en prisión a un hombre durante cinco horas sin causa.

JOHN WOOLMAN, 1758

133.- El don del Secretario (Clerk) es sacar adelante al secretario que existe dentro de cada uno de nosotros.

AUTOR DESCONOCIDO

134.- La confraternidad en una fe común a menudo ha llevado a una sociedad religiosa a su existencia, antes de que fuese organizada, de cualquier manera, como una institución. Así fue con la iglesia primitiva y con la Sociedad de los Amigos. La organización es buena sirviente, pero como amo es mala; la confraternidad viviente dentro de la Iglesia debe permanecer libre para moldear a la organización con formas frescas como lo demanda su propio crecimiento y las necesidades cambiantes del tiempo. Donde no existe esta libertad, la Iglesia tiene su vida entumecida con ropas mal combinadas, y su servicio al mundo queda empequeñecido o paralizado.

ANNA L. B. THOMAS AND E. B. EMMET, 1905

135.- El espíritu de la adoración es esencial para ese tipo de reunión para acuerdos en la cual el grupo se esfuerza por actuar como una unidad … Para descubrir lo que realmente queremos, comparado con lo que al principio creemos que queremos, debemos ir por debajo de la superficie de los deseos egocéntricos … Tener la voluntad en lo que Dios tiene su voluntad es … tener la voluntad en lo que nosotros mismos queremos.

HOWARD BRINTON, 1952

136.- Yo no he mencionado a la comunidad en todo esto porque realmente no creo que la comunidad puede ser buscada directa-mente, al menos en la Reunión para Acuerdos. Yo creo que es des-cubierta. Cuando nos sentamos juntos en silencio, en humildad, en obediencia común, escuchando por aquello de Dios en cada uno de nosotros, y con paciencia, un lazo de amor crece entre nosotros el cual nos entrelaza inextricablemente. Esto, yo creo, es el Buen Orden de los Amigos. Una vez más, yo quiero referirme a los orígenes latinos antiguos por una frase de San Agustín la cual me ayuda a entender lo que esto es. Él escribió «Ordo est Amorix», El Orden es el Amor. En cierta forma esto resume todo lo que podríamos decir acerca de la base espiritual para la Reunión para Acuerdos.

ELLIE FOSTER, 1986

137.- A veces se supone que la unidad puede ser encontrada sólo mediante la sumisión de una minoría a la decisión de una mayoría. Esto no es así, pero tampoco debería suponerse que pasos positivos no puedan tomarse sin unanimidad. Una minoría no debería buscar dominar imponiendo un veto a la acción que el cuerpo general de los Amigos piensa que es la correcta. A través de nuestra historia como una Sociedad hemos encontrado que en la búsqueda continua para saber la voluntad de Dios, una diferente unidad se abre para nosotros.

JUNTA ANUAL DE LONDRES, A LIMA CON AMOR, 1987

138.- Mi apetito está ávido de más experiencias en las Reuniones para Acuerdos porque éstas, a menudo proveen los estímulos para el crecimiento espiritual y para regocijarse en la afirmación de una fe que da frutos.

DAVID O. STANFIELD

139.- A través del proceso por el cual los Cuáqueros logran el sentido de la reunión, ocurre la transformación. Nosotros cambiamos, nosotros sentimos, de una forma literal, la amorosa presencia la cual está flotando sobre nosotros. Se manifiesta en el amor que nos tenemos mutuamente. Formamos lazos invisibles entre nosotros mismos los cuales trascienden lo mezquino y hacen al próximo sentido de la reunión más deseable y más fácil de lograr. Nosotros somos participantes en el bienestar de los demás. Después, nosotros podemos detenernos para preguntarnos de quién fue la idea que evolucionó hacia el sentido de la reunión. Pero no podemos recordar. A menudo la persona a través de quien vino la idea, no puede recordar. Nosotros percibimos que el sentido de la reunión vino a través de nosotros y para nosotros pero no provino de nosotros. Estamos asombrados de que esto funcione – exactamente como se supone que debe funcionar. Una y otra vez, estamos asombrados; es apropiado que ese asombro y la transformación, coexistan.

BARRY MORLEY, 1993

Apéndice 4C

Procedimiento para la Transferencia de la Membresía.

PARA EL MIEMBRO
1. Cuando una relación con la nueva Junta ha sido establecida, el miembro se dirige al Secretario de la junta anterior, solicitando un Certificado de Transferencia (remoción) a la nueva Junta.
2. Al mismo tiempo, el miembro escribe al Secretario de la nueva Junta haciendo la indicación de que la solicitud por la transferencia ha sido hecha.

PARA LA JUNTA ANTERIOR
1. El Secretario recibe la solicitud de transferencia.
2. La solicitud es leída a la Junta Mensual y es entregada al Comité de Atención.
3. Si todo está en orden, el Comité de Atención recomienda a la Junta Mensual que la transferencia sea aprobada.
4. La Junta aprueba la transferencia.
5. El Secretario o el registrador llena dos copias del Certificado de Transferencia y parcialmente llena una Aceptación de Transferencia, una copia del Certificado y de la Aceptación son enviadas a la Junta que va a recibir al miembro. (La Junta anterior está obligada a informar a la Junta nueva propuesta de cualquier condición o problema experimentado por un miembro en proceso de transferencia).
6. El Secretario o el Registrador retiene una copia del Certificado de Transferencia.
7. Si la respuesta no es recibida en un tiempo razonable, otra copia del Certificado de Transferencia puede ser preparada y enviada a la nueva junta.
8. Cuando la Aceptación de la Transferencia es recibida de la nueva Junta, una copia de los registros de la Membresía del miembro es enviada a la nueva Junta completando así el intercambio. El Secretario o el Registrador anexará la copia de la Aceptación a los Registros de Membresía de la Junta de ese miembro y archiva esos documentos en la forma en que los registros de «ex-miembros» sean conservados. El Amigo continua siendo miembro de la junta anterior hasta que la nueva Junta haya preparado la minuta de aceptación durante su Reunión para Acuerdos. La fecha de esa Reunión señala la membresía oficial en la nueva Junta y así se reporta a la Junta Anual en el informe de Estadística Anual.

PARA LA NUEVA JUNTA
1. El Secretario habrá recibido la carta del miembro en cuanto a su intención de transferir su membresía. Cuando el Certificado de Transferencia (Remoción) y la Aceptación de Transferencia son recibidas, el Secretario las confirma y las reporta a la próxima Reunión para Acuerdos. El material es entregado al Comité de Atención. Para evitar demoras innecesarias, el Secretario puede hacer esto directamente si los Consejeros planean reunirse antes de la próxima Reunión para Acuerdos.
2. Los Consejeros designan a un Comité de Visitas compuesto por tres Amigos, uno de los cuales es un Consejero. Ellos exploran junto con el miembro en proceso de transferencia los asuntos que sean necesarios para que haya entendimiento y comodidad mutuos en la nueva relación. Cuando el Comité de Visitas encuentra claridad, lo reporta al Comité de Atención, el cual, entonces, hace su recomendación a la próxima Reunión Mensual para Acuerdos. Si el Comité de Atención encuentra causa para demora, lo reporta regularmente a la Reunión Mensual para Acuerdos. El asunto deberá aparecer en la agenda hasta que sea resuelto.
3. Cuando el Comité de Atención recomienda la aceptación del Certificado de Transferencia a la Reunión Mensual para Acuerdos, el asunto es pospuesto hasta la próxima Reunión para Acuerdos. Ninguna acción es llevada a cabo hasta entonces.
4. En la próxima Reunión para Acuerdos, la Reunión manifiesta su decisión en una minuta con relación a la aceptación del Amigo como miembro. Con la aceptación, esa minuta registra la membresía en la nueva Junta en la fecha ahí indicada.
5. El Secretario entrega al miembro una copia de la minuta de aprobación.
6. El Secretario llena el formato de Aceptación de Transferencia y hace una copia.
7. El Secretario o el Registrador envía la copia de la Aceptación de la Transferencia al Secretario de la junta Anterior.
8. El Certificado de Aceptación y la Aceptación original de la Transferencia se convierten en el registro de membresía de la Junta. El Registrador los conserva en el archivo de miembros actuales de la Junta. La Junta recibirá una copia de los registros de membresía de la Junta Anterior. Esto no es un registro oficial y puede ser guardado como la Junta lo acostumbre cuando se trata de información de membresías previas acerca de sus miembros.
9. Cuando la transferencia sea aceptada, la Junta Mensual deberá inmediatamente hacer los arreglos para una bienvenida a su nuevo miembro.
10. El nuevo miembro será incluido en el próximo Informe Estadístico de la junta.

NOTA: Las Juntas varían en la forma en que distribuyen las responsabilidades del Secretario y del Registrador. Para evitar demoras o confusiones innecesarias, será conveniente que cada Junta clarifique estas tareas.

Terminando una Junta

        Los cambios en la participación de una Junta debidos a fallecimientos, relocalización y a otras causas, hacen que algunas veces sea necesario «terminar una Junta».
         La misma Junta, o la Junta Trimestral a la que pertenece, puede iniciar el proceso. En cualquier caso, la terminación de una Junta Mensual deberá ser hecha cuidadosamente, respetuosamente, y con la debida consideración para el buen orden de los Amigos.
         Si una Junta Trimestral se entera de problemas significativos que puedan justificar la terminación de una Junta, o si una Junta Mensual requiere claridad acerca de su estatus, la Junta Trimestral deberá designar a un Comité de Visitas para clarificar la situación. El comité deberá estar preparado para servir en esta capacidad por un período de muchos meses si es necesario. Si la Junta Mensual no es parte de una Junta Trimestral, el Comité de Ministerio y Atención de la Junta Anual deberá designar al Comité de Visitas. El Comité de Visitas reporta sus recomendaciones a la Junta Trimestral (o Anual) para su aprobación.
         El Comité de Visitas deberá considerar la viabilidad de la Junta con base a tamaño y actividades durante el último o los últimos dos años, la frecuencia y profundidad de su Reunión para Adoración, su capacidad para conducir sus asuntos y para dar atención a sus miembros y la fuerza de su trabajo en la comunidad exterior.
         Antes de que una Junta sea terminada, los miembros deben decidir si quieren continuar como un Grupo de Adoración bajo el cuidado de una Junta Mensual cercana, si es así, deberán solicitar supervisión a esa Junta. Los individuos pueden transferir sus membresías a la Junta que los supervisa o a una Junta diferente de acuerdo al proceso usual.
         En cualquier caso, otra Junta Mensual deberá estar preparada para dar la bienvenida a los Amigos y asistentes de la Junta terminada y para aceptar sus membresías. Ambas Juntas Mensuales deberán involucrarse en todas las discusiones antes de la terminación definitiva.
         El Comité de Ministerio y Atención de la Junta Trimestral (o Anual) es responsable de supervisar, tanto los detalles como el proceso de la terminación de una Junta. El Comité de Atención debe estar seguro de que los libros de minutas, la membresía, otros registros, los activos financieros y los bienes raíces, hayan sido adecuadamente contabilizados.
         Los registros pueden ser depositados en los archivos de la Junta Anual o de la Junta Trimestral. Todas las Juntas interesadas deberán participar en las decisiones sobre esta materia.

Los Secretarios y el Secretariado

        El Secretario coordina los asuntos de la Junta. El Secretario ve que todos los asuntos e inquietudes sean presentados clara y ordenadamente a la Reunión Mensual para su reflexión, consideración, acción unificada y adecuada ejecución. Las siguientes directrices aplican al Secretario de cualquier Junta de Amigos o comités en general.
         El Secretario es un miembro de la Junta quien disfruta de la confianza de la membresía y quien a su vez, respeta y aprecia a los miembros y asistentes individualmente. Él o ella busca la Guía del Espíritu para la conducción corporativa. Es esencial que el Secretario esté familiarizado con Fe y Práctica y con otra literatura cuáquera. El Secretario deberá ser capaz de comprender rápidamente, evaluar correctamente y establecer concisa y claramente un punto de un asunto o de una inquietud que se presente en la Reunión. Él o ella deberá tener la capacidad de escuchar en forma receptiva lo que se dice y, a través de discernimiento espiritual, comprender en su totalidad el sentido de la Reunión en un momento dado.
         El Secretario asiste a la Reunión para Adoración y se mantiene en contacto con el trabajo de los comités, de los cuales, él o ella deberá ser considerados miembros en virtud de su autoridad oficial. Para estar al tanto de la condición de la Junta, es esencial que el Secretario asista a las reuniones de los comités de Adoración y Ministerio y Consejos.
         El Secretario preside en todas las Reuniones para Acuerdos (un Secretario Alterno puede presidir cuando el Secretario no pueda estar presente). El Secretario prepara la agenda y anima a los Secretarios de los comités y a otros a proveer reportes, inquietudes, propuestas y otros materiales oportunamente. El cuidado del Secretario en preparar la agenda y su juicio con relación a la relativa urgencia de cada punto, facilitan grandemente la solución para los asuntos de la Junta. El Secretario se asegura de que alguien conteste cualquier correspondencia que llegue a la Junta.
         El Secretario establece el ritmo de la Reunión para asegurar una expresión de los miembros completa y balanceada. Él o ella no expresa opiniones personales, pero si un punto de vista esencial no ha sido presentado, el Secretario pide permiso a la Reunión para manifestarlo. Si el Secretario es llevado a tomar una posición fuerte en un asunto controversial, el Secretario Alterno u otra persona apropiada será requerida para presidir y llevar el sentido de la Reunión.
         Al ser tomadas las acciones, el Secretario se asegura que las designaciones sean claras y que, personas y comités responsables sean notificados oportunamente y por escrito.
         El Secretario firma todos los papeles y minutas oficiales, incluyendo minutas de afiliación y viaje, cartas de presentación y certificados de transferencia o de cambio. Si algunos documentos legales o minutas están involucrados, es una buena práctica que tanto el Secretario como el Secretario de Actas, firmen. El Secretario también endosa las minutas de viaje y las cartas de presentación presentadas por Amigos visitantes.
         El Secretario se asegura que las actividades de la Junta Mensual estén coordinadas con las de su Junta Trimestral y las de su Junta Anual y de que los representantes a esas reuniones sean designados. Los reportes, las minutas y otros asuntos deben ser comunicados a los funcionarios adecuados según el calendario de trabajo. Los asuntos y las inquietudes recibidos de las Juntas Trimestral y Anual, deben ser entregados a las personas y comités apropiados y a la Junta como un todo.

La Reunión para Adoración

Y debe observarse especialmente que en todo el Nuevo Testamento no hay orden ni mandato dado en esta cosa, sólo seguir la revelación del Espíritu, salvo solamente aquélla en general de reunirse juntos, algo amorosamente poseído y diligentemente practicado por nosotros…

ROBERT BARCLAY
APOLOGY, 1676, 11:10

         La Adoración es la respuesta del espíritu humano al llamado del Divino. Los Amigos buscan la comunión con aquello de Dios interior, al cual algunos Amigos llaman el Cristo Viviente, el Maestro con quien cada uno tiene una relación. La adoración corporativa profundiza nuestro sentido de la Presencia y nuestra conexión con ella. En la adoración, en su punto máximo, nosotros trascendemos a nosotros mismos: «Cada individuo, hombre y mujer» es traído «al Espíritu de Dios … y a la Verdad en sus propios corazones, amarse unos a los otros y amar a los enemigos» (George Fox, The Power of the Lord is Over All, 1668, p. 235).
         La Reunión para Adoración está en el corazón de la práctica cuáquera. Ahí los Amigos se reúnen en comunión en silencio expectante, esperando a Dios. Típicamente, la reunión de Adoración, empieza cuando los primeros Amigos se acogen al silencio a la hora y en el lugar designado. Termina cuando el (la) Secretario(a) (Clerk) u otro individuo designado, estrecha la mano de otra persona sentada cerca de él (ella). A esta señal, los Amigos generalmente se dan la mano y se saludan uno al otro.
         La Reunión de Adoración es diferente de la oración solitaria. La fuerza y el enfoque de la comunidad atraen a uno quien esté distraído de regreso hacia el Centro. En el abrazo de la Reunión, un individuo puede estar más dispuesto a ser buscado por la Luz que expone debilidades y defectos y que desafía al adorador a la transformación. Juntos, nosotros podemos ver más claramente la Verdad; nosotros podemos recibir y entender mejor la revelación continua. La pregunta de William Penn captura este espíritu en el lenguaje de su tiempo:

Cuando ustedes llegan a sus Reuniones, ¿se sientan en verdadero silencio, descansando de sus propios albedríos y de sus propios quehaceres y esperando al Señor, con sus mentes fijas en esa Luz con la cuál Cristo os ha iluminado, hasta que el Señor inspire el don de la vida en vosotros, os refresque y os prepare y a vuestros espíritus y a vuestras almas, para haceros aptos para su servicio, para que vosotros podáis ofrecerle un sacrificio puro y espiritual?

WILLIAM PENN
A TENDER VISITATION, WORKS, 1771, p. 441

         Así, al conducir la adoración bajo la Voluntad Divina, los Amigos se reúnen en el silencio sin un programa previamente preparado. Cada uno trata de acallar el clamor interno de las ansiedades y ambiciones personales, escuchando la voz de la Guía Interior esforzándose para ser fiel a su instrucción. Tal fidelidad puede requerir un silencio exterior. Puede requerir que alguien se ponga de pie y exprese palabras que no vienen fácilmente, que posiblemente no sean completamente comprendidas o que puedan ser incómodas. Esto puede requerir acción o restricción de acción, por parte de algún individuo o por toda la junta una vez fuera de la Reunión para Adoración.
         Durante la adoración, todos comparten la responsabilidad por el ministerio vocal. Dios puede llamar a cualquiera, sin importar la experiencia o la educación, edad o género, para ser un mensajero. Nadie está excluido de la posibilidad de tal servicio y ninguno está previamente designado para predicar o para orar en una Reunión para Adoración en particular. Cuando alguien ofrece ministerio vocal, los Amigos tratan de estar abiertos a pesar de cualquier vacilación o imperfección en las palabras del que habla. Un mensaje inesperado puede tocar a los corazones, revelar la sabiduría de la Fuente y alentar el crecimiento de la semilla dentro de nosotros.
         Durante la Reunión para Adoración, los Amigos buscan comunicarse unos con los otros y con Dios quien vive entre ellos. En algunas reuniones, el ministerio vocal tendrá un tema común, cada mensaje profundizando y enriqueciendo al otro y conectándose a los pensamientos propios de uno. Algunas Reuniones son completamente silenciosas. En una Reunión de profunda comunicación con Dios, «el sentido de que una nueva Vida y Poder ha entrado a nuestro entorno, está presente» (Thomas Kelly, The Gathered Meeting). No todas las reuniones son reuniones de comunicación profunda con Dios y no todos tienen la misma percepción de una reunión particular.

La reunión llega a ser verdaderamente de profunda comunicación con Dios cuando la mayoría, si no todos los presentes han sido, ellos mismos atraídos hacia sus propias profundidades, de tal manera de que aun sus propios pensamientos han sido acallados y sus mentes, al mismo tiempo que de ninguna manera están vacías, están en un reposo casi perfecto.

GEORGE GORMAN
THE AMAZING FACT OF QUAKER WORSHIP, 1986, p.4

         Al nutrir su adoración, una reunión que está experimentando un período extenso de árido silencio, podría tratar de animar a aquéllos que están renuentes a hablar y a ser fieles al llamado cuando éste llegue. Otra reunión, donde muchos mensajes vocales han venido con discernimiento cuestionable, podría buscar animar hacia una profundidad espiritual mayor tanto en el silencio como en las palabras. Buscando a lo que George Fox se refirió como «la adoración universal, verdadera y perfecta», los Amigos regresan en su fe a Dios para ser guiados.

Todos nosotros, con nuestros rostros descubiertos como espejos reflejando la gloria del Señor, estamos siendo transformados en la imagen que nosotros reflejamos en gloria más y más luminosa; éste es el trabajo del Señor quien es el Espíritu.

2 CORINTIOS 3:18
LA NUEVA BIBLIA DE JERUSALÉN