En Tiempos de Dificultad

¡Si fuera necesario que cada miembro se sintiera igualmente feliz acerca de una decisión tomada, deberíamos suponer que estamos arreglando asuntos en una colonia angelical y no entre miembros de carne y hueso de una junta local cuáquera! Desde mi propio punto de vista como miembro de una junta, la clase de unanimidad a la que nos referimos es darnos cuenta que el asunto ha sido considerado cuidadosa y pacientemente. Yo he tenido una oportunidad en diferentes etapas del proceso, de llegar a la decisión de dar a conocer mi opinión al grupo y de que sea considerada y sopesada. Aún si la decisión final va contra lo que yo inicialmente propuse, yo sé que mi contribución ha ayudado a madurar el asunto, tal vez a moderarlo y yo pude haber, cuando el asunto hubiese tomado su curso, pacientemente llegado a verlo de alguna manera diferente de cómo lo veía al principio … Yo he llegado a darme cuenta también que el grupo como un todo encuentra así la solución que parece ser la mejor para ellos. Cuando este momento llegue, si soy un miembro experimentado, ya no me opondré … Yo salgo de la reunión, no como un miembro de una minoría amargada que siente que se ha abusado de ella y que ha sido rechazada, sino más bien como uno que ha estado a través del proceso de una decisión y que está dispuesto a solidarizarse aun cuando el tono de mis palabras no hubiera sido puesto de esta forma.

DOUGLAS STEERE
EL PROCESO CUÁQUERO DE
LA TOMA DE DECISIONES

         Algunas veces los Amigos tienen asuntos que parecen requerir una decisión, pero las diferencias parecen imposibles de ser resueltas. Usualmente no se toma acción alguna, y el asunto es pospuesto a la expectativa de que la unidad puede y llegue a ser lograda. El respeto a las objeciones de incluso uno o dos miembros, demuestra la renuencia de la reunión a pasar por encima de cualquiera de sus miembros – especialmente cuando se trata de asuntos de conciencia, algunas personas creen erróneamente que este procedimiento provee a cada miembro con veto, la realidad es que las Reuniones dan un gran valor a la unidad.
         La unidad no implica unanimidad de todos los miembros de una Junta Mensual. Una Junta puede proceder en la ausencia de, o (más raramente) a pesar de la objeción de uno o más Amigos, aun cuando se reconoce que las objeciones puedan contener o conducir hacia nueva Luz en el asunto que está siendo considerado. Los Amigos que tengan dudas pueden optar por declarar que prefieren «permanecer al margen» cuando la decisión final sea tomada, o como rara vez sucede, que ellos soliciten quedar registrados en la minuta como habiendo permanecido al margen. (Ver Práctica de la Toma de Decisiones).
         Las Juntas ocasionalmente pueden actuar aún a pesar de las objeciones de uno o más amigos. Debe darse la debida importancia a la visión de cualquier Amigo, especialmente a la visión de Amigos que tengan una gran experiencia y cuyo discernimiento y servicio hayan sido demostrados durante un período considerable. Una objeción proveniente de un miembro con estas características, debe ser atendida. Si, por otra parte, el que está negando el apoyo es conocido por sus constantes objeciones, el Secretario (Clerk) puede pedir un período de meditación silente y, si así se siente guiado, anunciar que el sentido de la Reunión parece decididamente estar a favor de la acción y que la propuesta es aprobada. El mismo principio se aplica aun en ocasiones en que hay más de uno que objeta.

         Una de las responsabilidades que exigen más del Secretario (Clerk) es saber la diferencia entre aquellas ocasiones en que es correcto que los puntos de vista del que objeta sean atendidos y aquellos momentos en que la Reunión ha logrado la unidad y en que a pesar de las objeciones debe actuar. Los Amigos no buscan ni unanimidad (un asunto de votos) ni consenso (una resolución en cuanto a opiniones diferentes). Los Amigos buscan la unidad en el Espíritu. Cuando el Secretario manifiesta con claridad que la Reunión aprueba una acción, aún en la presencia de puntos de vista diferentes, es su obligación articular el sentido de la Reunión en una minuta y así registrarlo a menos que otros, ahí presentes, también objeten.
         Cualquier ministerio en una Reunión para Acuerdos puede contener elementos esenciales para encontrar una decisión guiada por el Espíritu alrededor de la cual la Reunión puede unirse. Esto es cierto con respecto al ministerio de Amigos experimentados, recién llegados y Amigos cuyos ministerios son considerados de poca ayuda por otros. Antes de seguir adelante, pasando sobre la objeción de un Amigo, el Secretario y la Reunión para Acuerdos deberán estar seguros de que han analizado de buena fe la objeción del Amigo y que la Reunión ha hecho su mejor esfuerzo para entenderlo y que el Amigo ha tenido suficientes oportunidades para entender la guía de la Reunión, antes de proceder.
         No es usual que el sentido de la Junta sea logrado sobre una o más objeciones y hay buenas razones para esto. El objetor o los objetores pueden en realidad tener la razón, o bien, la acción propuesta puede provocarles tensión con relación a sus vínculos con la Reunión. En algunas ocasiones la preocupación por sus sentimientos puede influir en forma importante a favor de posponer la decisión. Las Reuniones no deben ignorar las características de una decisión tomada a pesar de las objeciones de algunos Amigos, aun cuando la Reunión haya tenido que proceder. Es importante asegurarse de que las objeciones hayan sido fielmente consideradas y que todos estén satisfechos de que así haya sido.
         Donde haya incomodidad, los comités de Consejos o de Adoración y Ministerio deberán actuar rápidamente para curar heridas y para que éstas no se ulceren y destruyan la confianza de la comunidad. Si los Amigos sienten que la Reunión no debió haber registrado una minuta en particular, ellos deberán llevar su inquietud al Comité de Adoración y Ministerio (el cual tiene la responsabilidad de dar atención a la Reunión para Acuerdos), al Secretario o a la Reunión para Acuerdos. Es importante que las diferencias sean ventiladas y enfrentadas en lugar de tratar de utilizar actitudes para dar rodeos o silenciar las diferencias por temor al desacuerdo. Los Amigos creen que la verdad, total y abiertamente buscada, llevará a su propia convicción y que la unidad será encontrada en la verdad y en el amor.

Siempre debe recordarse que la decisión final en lo que se refiere a que la minuta represente el sentido de la Reunión, es responsabilidad de la Reunión misma, no del Secretario.

JUNTA ANUAL DE LONDRES,
A LIMA CON AMOR