El Comité de Clarificación en el Matrimonio

        Cuando se recibe la solicitud para que un matrimonio se lleve a cabo bajo el cuidado de la Junta, los consejeros deberán nombrar un Comité de Clarificación en el matrimonio. Los miembros de este comité deberán estar disponibles, deseosos de dar consideración piadosa con relación al curso correcto de acción, y deberán también estar bien informados acerca de la práctica de los Amigos (Ver Apéndice 6A). El Comité de Clarificación en el matrimonio y la Junta deben ser sensibles a las esperanzas y a las expectativas de la pareja al fijar la fecha de la boda. Sin embargo, mientras la Junta no haya aprobado el hecho de tomar el matrimonio bajo su cuidado, ninguna fecha será anunciada.
         La pareja y el Comité de Clarificación en el matrimonio deberán reunirse para llevar a cabo discusiones meditadas y piadosas para buscar la voluntad de Dios con relación al matrimonio propuesto. El comité puede también reunirse con cada uno de los miembros de la pareja individualmente. Algunas preguntas o temas específicos pueden ayudar en las entrevistas, o bien estos pueden surgir de la adoración. Todos en el proceso de clarificación deberán llegar a cada reunión con sus corazones y sus mentes abiertas y con el tiempo suficiente para que se consiga una comprensión y un cubrimiento completos. Los posibles impedimentos serán explorados para estar seguros de que la pareja esté libre de obligaciones conflictivas.
         Cuando la pareja y el comité estén satisfechos en cuanto a que el matrimonio deba proceder, el Comité de Clarificación en el matrimonio reportará a los Consejeros indicando que la unidad ha sido alcanzada. La Junta Mensual aceptará el reporte para considerarlo en la próxima Reunión para Acuerdos (Ver Aplazando decisiones). Cuando la Junta se haya reunido para aprobar la solicitud, una fecha y un lugar para la boda deberán ser programados y la Junta nombrará un Comité de Arreglos.
         Si la unidad para avanzar no se ha alcanzado, el Comité de Clarificación en el matrimonio y la pareja pueden optar por continuar buscando la voluntad de Dios en este asunto o ellos pueden preferir dejar a un lado la solicitud indefinidamente o aun permanentemente. Esto deberá ser reportado a los Consejeros.