Los Matrimonios

Nosotros sensiblemente percibimos al Señor con nosotros y uniéndosenos, ese sentido permaneció con nosotros toda nuestra vida.

THOMAS Y MARY ELLWOOD, 1669

         Los Amigos reconocen que Dios consagra el matrimonio. El matrimonio es la expresión de la voluntad y del propósito de Dios funcionando en dos vidas, unidas con gozo, reverencia, fe y una expectativa de compañía por toda la vida. Las parejas sirven como ejemplos importantes para nuestros niños y para nuestros jóvenes adultos cuando ellos aprenden acerca de las relaciones adultas.
         Los votos en el matrimonio cuáquero invocan al auxilio divino. Los Amigos creen que cuando conocemos el amor de Dios en nuestras vidas, cuando estamos abiertos a recibir sus designios, encontramos el auxilio divino que nuestras relaciones requieren. Esto necesita apertura y una madurez de espíritu cuando deseamos amar a otra persona tal como él o ella es. Cuando una pareja se casa, ellos son alentados a hacerlo bajo el cuidado de la Junta, en el espíritu de un compromiso de cuidarse uno al otro por toda la vida de la relación. Los Amigos actúan como testigos de lo que el Espíritu ha unido.
         Todos los matrimonios necesitan estar fundamentados en el compromiso, en la comunicación, en la honestidad y en la integridad. La paciencia, el buen humor y un espíritu de aventura, guiados por una confianza mutua en la presencia de Dios, fortalecen el presente e iluminan la esperanza en el futuro.
         Los matrimonios pasan a través de muchas fases, y a través de todas ellas la calidad del matrimonio es puesta a prueba. El respeto mutuo y la expresión de un amor duradero profundizan la unión. Con la ayuda de Dios cada pareja encuentra el camino verdadero y una forma de vivir que conduce a una unión sólida. La Junta puede proveer guía y apoyo a los matrimonios a través del Comité de Clarificación, de retiros, de talleres y de atención personal cuando sea necesario. Lo más importante es que la Junta y los individuos ayuden a las parejas a través de la oración y de una fuerte creencia en la ayuda divina en la vida diaria.