Las Reuniones de Recordación para Adoración

Aquéllos que aman más allá del mundo, por el mundo no pueden ser separados. La muerte no puede matar a lo que nunca muere. Tampoco los espíritus podrán jamás ser divididos del amor y vivirán en el mismo Principio Divino, que es la raíz y el registro de su amistad. Si la ausencia no es la muerte, tampoco es la de ellos.

WILLIAM PENN, 1693

La eternidad está en nuestros corazones, urgiendo a nuestras vidas ajadas por el tiempo, entusiasmándonos con un destino pasmoso, llamándonos hacia ella misma.

THOMAS A. KELLY,
A TESTAMENT OF DEVOTION, 1941

         Cuando los Amigos sufren la pérdida de un ser amado, hay una fuerza que conforta en la atención amorosa y en la disposición de ayuda de la Junta y de sus miembros. A los Amigos se les urge a que den a conocer sus necesidades, y el Comité de Atención deberá proporcionar cualquier ayuda específica que pueda ser necesaria cuando venga la muerte. El comité les pide a los Amigos que visiten y que deliberen con la familia o con los amigos del fallecido y que ofrezcan ayuda tal como notificar a los parientes y a los amigos y que ayuden a planear una Reunión de Recordación.
         El testimonio de los Amigos sobre la sencillez, así como la consideración por los deseos de la familia, deberá regir los arreglos. Los Amigos sienten por lo general que una Reunión de Recordación debería llevarse a cabo inmediatamente después de una disposición rápida y sencilla del cuerpo. El Comité de Atención supervisa los preparativos para la Reunión para Recordación.
         Las Juntas pueden celebrar Reuniones de Recordación para no-miembros. Los memoriales «según la costumbre de los Amigos» también pueden realizarse en el Salón de Reuniones, cuando la Junta considere que tipo de ayuda espiritual y logística puede ofrecer.
         Para los Amigos, una Reunión de Recordación para Adoración en ocasión de muerte, es un momento para celebrar en la Luz, la vida de un individuo cuyo espíritu ha sido liberado a Dios. Es momento de atraer a los vivos hacia el consuelo que sostiene y hacia el cuidado amoroso de la Divina Presencia. A un Amigo se le puede pedir que hable brevemente acerca de la manera de la Reunión. (Algunas Juntas proveen una explicación escrita sobre las Reuniones de Recordación de los Amigos.) Unas palabras acerca de la persona fallecida, pueden ser preparadas previamente y leídas si esto es consistente con el espíritu de la Reunión y con los deseos de la familia. (Si la minuta de la Recordación está lista, puede ser leída en la Reunión para Recordación. Sin embargo, el estatus de la minuta no deberá prevale-ser en la Reunión de Recordación, la cual deberá ser planeada para la conveniencia de la familia.)
         Una recepción sencilla puede seguir a la Reunión de Recordación. Tal ocasión da la oportunidad de expresar pena, amor y agradecimiento. Para muchos esto es una manera útil para entrar de nuevo a la vida diaria.
         El cuidado de las cenizas o del entierro es con frecuencia manejado en tiempo separado a la Reunión para Recordación y es usualmente un asunto familiar. (Desde Enero 1 de 1999, es legal esparcir o enterrar cenizas en propiedad privada incluyendo la que es propiedad de las Juntas.) Este puede ser un momento particularmente doloroso y la Junta necesita ser sensible a la necesidad de privacidad o de ayuda espiritual para la familia.
         El Comité de Atención supervisa la preparación de una Minuta de la Recordación, la cual enfatice la vida del fallecido como un Amigo, de tal manera de que su trayectoria pueda ser una maestra para la Junta Mensual y para la Junta Anual. El Comité de Atención deberá presentar la Minuta de Recordación a la Reunión Mensual para Acuerdos para su inclusión en las minutas de la Junta y enviarla al Comité de Ministerio y Atención de la Junta Anual. Una copia de la Minuta deberá ser incluida en los registros de membresía del fallecido y puede ser enviada también a las publicaciones de los Amigos.