La Unidad

        Los Amigos creen que es posible para el espíritu humano estar en comunión directa con el Divino. Al buscar juntos la voluntad de Dios, nosotros creemos que el camino se abrirá y que la unidad surgirá.

El camino es uno; Cristo la verdad de Dios; y aquél quién está en la fe y en la obediencia a la Luz la cual brilla desde su Espíritu hacia el corazón de cada creyente, tiene una muestra del corazón único y del camino único y sabe que ninguna variedad de prácticas, las cuales sean de Dios, puede causar una ruptura en la verdadera unidad.

ISAAC PENINGTON, 1659,
JUNTA ANUAL DE FILADELFIA
FAITH & PRACTICE 1997, p. 163.257

         Una de las preguntas en uso continuo desde 1682 dice: «¿Son el amor y la unidad conservados entre ustedes?» Los primeros Amigos se consideraban a sí mismos como parte de un gran movimiento que pronto abarcaría a todo el mundo. La unidad y el cuidado mutuo en la comunidad cuáquera durante la persecución, demostraron al mundo la obra de Dios entre nosotros.
         El hecho de trabajar juntos para discernir y servir a la voluntad de Dios, se nutre y se beneficia de la unidad. Esta unidad crece a partir de la confianza mutua y de la disposición a manifestarlo, confiados en que juntos, los Amigos, encontrarán la verdad.

La verdadera unidad puede ser encontrada bajo grandes diferencias aparentes. Esta unidad es espiritual, se expresa a sí misma en muchas formas, y nosotros necesitamos una percepción divina cuya obra podamos reconocer. Nosotros necesitamos paciencia, compasión y amor, para que, al mismo tiempo que permanezcamos leales a la verdad tal y como se nos presenta, podamos avanzar con otros hacia una experiencia más grande y más rica y hacia la expresión de la voluntad de Dios.

JUNTA ANUAL DE LONDRES, 1916