La Paz

Nosotros absolutamente negamos todas las guerras y todas las contiendas y las luchas con armas corpóreas, por cualquier fin o bajo cualquier pretensión, sea la que fuere, y éste es nuestro testimonio para todo el mundo … El espíritu de Cristo el cual nos conduce hacia toda la Verdad jamás nos llevará a pelear ni a guerrear contra ningún hombre con armas corpóreas ni por el reino de Cristo, ni por los reinos de este mundo.

GEORGE FOX, DECLARACIÓN A CARLOS II, 1660
JUNTA ANUAL BRITÁNICA
QUAKER FAITH & PRACTICE 1995 S 24.04

Un buen fin no puede santificar medios malvados, tampoco debemos hacer el mal, aun cuando algo bueno pueda surgir de ello.

WILLIAM PENN 1693
JUNTA ANUAL BRITÁNICA
QUAKER FAITH & PRACTICE 1995 S 24.03

         Basados en el amor y en una preocupación por el bienestar de todos, los Amigos trabajan por la reconciliación y por las soluciones activas no violentas a los conflictos. Los Amigos tradicionalmente han apoyado a los objetores de conciencia con respecto al servicio militar, amando, pero estando en desacuerdo con aquellos quienes sienten que deben ingresar a las fuerzas armadas. Los Amigos se oponen a la guerra por ser inconsistente con la voluntad de Dios.
         Reconociendo que la violencia y la guerra típicamente surgen de circunstancias injustas, los Amigos reaccionan a las causas de la guerra trabajando para corregir la injusticia social y trabajando también en el fortalecimiento de las comunidades, de las instituciones y de los procesos para proveer alternativas no violentas a la fuerza militar. Nosotros testimoniamos contra la violencia estructural implícita en las disparidades de riqueza y de ingreso económico y contra la discriminación con base a raza, sexo, edad, clase social, orientación sexual y otras divisiones en la gente. John Woolman imploró a los Amigos eliminar de ellos mismos las semillas de la guerra.

Oh, que nosotros quienes declaramos contra las guerras y confirmamos nuestra fe de estar sólo en Dios, podamos caminar en la Luz y ahí examinar nuestros fundamentos y motivos para poseer grandes propiedades. Que miremos nuestros tesoros, los muebles de nuestras casas y nuestras prendas de vestir y preguntarnos ¿Si acaso las semillas de la guerra se nutren en estas posesiones?

JOHN WOOLMAN, 1763

         El trabajo de la paz es el trabajo de mantener relaciones de respeto humano mutuo, de ver y de hablar de aquello de Dios en cada uno, de buscar la paz dentro de nosotros mismos, de la familia, de la comunidad y del mundo. El Reino de Dios está presente tanto en cada uno de nosotros como en una meta aún por ser cumplida. Esta tarea quizá nunca sea terminada, pero sostenida por el amor de Dios, nosotros estamos llamados a continuarla.