La Comunidad de la Junta

        Las Reuniones para Adoración y para Acuerdos son el centro de nuestra comunidad espiritual. Ahí, cuando nos conocemos uno al otro en el Espíritu, construimos la «amada comunidad».
         El respeto y el interés mutuos en la Junta, son el fundamento desde el cual podemos poner a prueba, sustentar y ejercitar los llamados del Espíritu. En condiciones ideales, la comunidad de la Junta provee un marco para que aprendamos y practiquemos el cuidado mutuo, lo cual nos refuerza cuando actuamos en el mundo.
         Todos los miembros de la Junta deben compartir el cuidado mutuo. Al mismo tiempo que debe respetarse la privacidad, debemos estar atentos y sensibles a las necesidades de los demás. También debemos estar dispuestos a pedir ayuda cuando la necesitemos.

¿Me esfuerzo para ser inclusivo en mis relaciones dentro de la Junta?

¿Me preocupo por la reputación de los demás absteniéndome de murmuraciones y de comentarios de menosprecio?

¿Estoy comprometido con el difícil trabajo de perdonar y de afirmar el amor de Dios para toda la comunidad?

¿Cómo son el amor y la unidad mantenidos entre nosotros?

¿Practicamos el arte de escuchar aun más allá de las palabras?

¿Cómo hemos sido sensibles a las necesidades personales y a las dificultades de los miembros y de los asistentes, jóvenes o viejos?

¿Nos visitamos mutuamente en nuestros hogares y nos mantenemos en contacto con miembros distantes?