El Lenguaje Religioso

        Los Cuáqueros se animan unos a los otros, en la frase de John Woolman, «Distinguir el lenguaje del espíritu puro, el cual, se mueve hacia el interior rumbo al corazón», en lugar de enfocarse en buscar nombres para Dios. La Luz de Cristo para uno puede ser lo que otro entiende como la Luz Interior; el espíritu para uno puede, a grandes rasgos, ser lo que otro entiende como el Espíritu de Cristo. El Eterno, lo Divino y Dios, pueden significar lo mismo o no, dependiendo del contexto, del que habla o del lector. El lenguaje usado en toda la literatura cuáquera (incluyendo esta Fe y Práctica) varía según la fuente del material. Los Amigos tienen que moderar sus interpretaciones, sabiendo que cualquier frase específica puede tener diferentes connotaciones a diferentes Amigos.
         Al seguir sus sendas espirituales, muchos Amigos encuentran una gran profundidad de significado en conceptos y lenguaje cristianos comunes, mientras que otros encuentran que un lenguaje más universalista, habla a su condición. Aunque este fenómeno puede parecer confuso a un observador casual, esto no preocupa a muchos Cuáqueros experimentados quienes han descubierto una profunda unidad uno con otro en el Espíritu. La amplitud de la terminología de los Amigos promueve la difusión en expresión y en apreciación de lo que pudieran ser diferencias sutiles en la comprensión.

(Nota: De hecho uno puede encontrar muchos términos para conceptos iguales o similares en los libros de Fe y Práctica de otras Juntas Anuales. Luz interior, Espíritu vivo de Dios, Cristo Resucitado, La verdad, La Luz, La Luz de Cristo, La Luz Interna, La Chispa Divina, El Espíritu Santo, El Cristo Vivo, Jesucristo, El Maestro Interior, El Espíritu de Dios, El Espíritu de Cristo, La Luz Divina, La Divina Presencia, La Luz de Dios, La Semilla, El Espíritu, La Presencia, El Eterno y El Divino se encuentran en el vocabulario de los Amigos.)

… diles en nombre de Dios que no debe haber disputa acerca de las palabras: todo lo que esto siempre logra es la destrucción de aquéllos que están escuchando.

2 TIMOTEO 2:14
LA NUEVA BIBLIA DE JERUSALÉN