El Discernimiento y La Guia

34.- Si ustedes construyen sobre cualquier cosa o si tienen confianza en cualquier cosa la cual permanece en el tiempo y es la eternidad y el Ser de seres, sus cimientos serán destruidos y la noche vendrá sobre ustedes y todas las cosas que han reunido y que han tomado y que han imitado, todas les fallarán … ¿Por qué se adornan ustedes mismos con las palabras de los santos, cuando ustedes son ignorantes de la vida? Regresen, regresen a Él que es el primer amor, y el primer nacido de cada criatura, quien es la Luz del Mundo … Regresen a casa, al interior, barran sus casas, toda la avena está ahí, la pequeña levadura, el grano de semilla de mostaza, al cual se parece el Reino de Dios, ustedes verán; … y aquí ustedes verán a su Maestro, no relegado a un rincón, sino presente cuando ustedes estén en sus camas, y en su labor convenciendo, instruyendo, conduciendo, corrigiendo, juzgando y dando paz a todos los que lo aman y lo siguen.

FRANCIS HOWGILL, 1656

35.- Hay un Espíritu que yo siento que goza al no hacer el mal ni a vengar afrenta alguna, sino que se regocija en soportar todas las cosas con la esperanza de disfrutar lo suyo propio al final. Su esperanza es sobrevivir a toda ira y a toda disputa y acabar con toda exaltación y crueldad, o con cualquier cosa que sea de naturaleza contraria a sí mismo. Este Espíritu vigila que terminen todas las tentaciones, y como no guarda el mal en si, no concibe ninguno en pensamientos para cualquier otro, porque su fundamento y su fuente son la misericordia y el perdón de Dios. Su corona es la humildad, su vida es el amor eterno y verdadero; y toma su reino con ruegos, no con disputa y mantiene a ésta como bajeza de la mente. En Dios sólo, se puede alegrar, aunque nadie lo puede observar, o poseer su vida. Está concebido en el dolor y se manifiesta sin nadie que se apiade de él, tampoco murmura ante las penas y la opresión. Nunca se regocija sino a través de sufrimientos: porque con el gozo del mundo, es aniquilado. Yo lo encontré a solas, estando desamparado. Yo tengo confraternidad ahí, con aquéllos quienes vivieron en cavernas y en lugares desolados sobre la tierra. Quienes, a través de la muerte obtuvieron esta resurrección y la sagrada vida eterna.

JAMES NAYLER, 1660

36.- Mi prisión será mi tumba antes de que me mueva un ápice; porque no le debo mi conciencia a ningún hombre mortal; no tengo necesidad de temer, Dios hará reparación por todo.

WILLIAM PENN, 1668

37.- La cruz de Cristo … verdaderamente se sobrepone al mundo y conduce a una vida de pureza al enfrentar las tentaciones; ellos, quienes la soportan, no están por ello encadenados por miedo a que ellos puedan morder, tampoco están encerrados porque pudiesen escapar; no, ellos reciben el poder de Cristo su Capitán, para resistir el mal, y hacer aquello que es bueno a los ojos de Dios: para despreciar al mundo y amar sus reproches más que sus alabanzas; y no sólo no ofender a otros, sino amar a aquellos quienes los ofenden …. La verdadera santidad no aleja a los hombres del mundo, sino que les permite vivir mejor en él, y excita sus esfuerzos para mejorarlo, no esconder su vela debajo de un tonel, sino ponerla sobre la mesa en un candelero.

WILLIAM PENN, 1682

38.- Los hombres pueden cansarse ellos mismos en un laberinto de búsqueda y de hablar acerca de Dios: pero si nosotros lo conociéramos de verdad, debería ser por las impresiones que recibiésemos de Él; y entre más suaves sean nuestros corazones, más profundas y vivas serán éstas sobre nosotros.

WILLIAM PENN, 1692

39.- Y un día, estando bajo un fuerte ejercicio del espíritu, yo me puse de pie y dije algunas palabras en una reunión, pero no manteniéndome cerca de la apertura divina, yo dije más de lo que se requería de mi; y estando pronto sensible de mi error, estuve afligido de la mente por algunas semanas sin Luz alguna ni consuelo, aun al grado de que en nada podía tener satisfacción. Recordé a Dios y estaba turbado, y en las profundidades de mi angustia, él me tuvo compasión y me envió al Espíritu Santo a darme consuelo. Yo entonces sentí el perdón por mi ofensa, y mi mente se calmó y se aquietó, estando realmente agradecido a mi Redentor lleno de gracia por su misericordia. Y después de esto, sintiendo el impulso del amor divino abierto y una inquietud por hablar, dije unas pocas palabras en una reunión, en la cual yo encontré paz. Esto, yo creo fue más o menos a seis semanas de la primera vez y como yo estaba por lo tanto, humillado y disciplinado bajo la cruz, mi entendimiento se volvió más fortalecido para distinguir el lenguaje del Espíritu puro, el cual interiormente se mueve sobre el corazón y me enseñó a esperar en silencio, a veces durante muchas semanas, hasta sentir ese ascenso, el cual prepara a la criatura a incorporarse como una trompeta a través de la cual el Señor habla a su rebaño.

JOHN WOOLMAN, 1740

40.- Ellos fallan al tratar de leer claramente los signos de los tiempos, ellos, quienes no ven que la hora se acerca cuando, bajo el ojo escrutador de la filosofía y el terrible análisis de la ciencia, la letra y la evidencia exterior juntas, no nos servirán; cuando la dependencia más segura deberá estar en la Luz del Cristo interior descubriendo la ley y a los profetas en nuestras propias almas, y confirmando la verdad de las Escrituras visibles por medio de la experiencia interior.

JOHN GREENLEAF WHITTIER, 1870

41.- Nosotros, quienes somos miembros de la Sociedad de los Amigos, tenemos poco a que recurrir excepto a nuestra experiencia con la verdad. Nosotros no podemos usar como recurso, ritual, credo o decisiones eclesiásticas como guía. Nosotros debemos encontrar nuestro camino al ver la mano de Dios laborando en el tejido de la tela de la vida diaria.

CLARENCE E. PICKETT

42.- Hay una necesidad en nosotros de ser controlados, de recibir, de hacer culto y de adorar. Si nuestro servicio va a ser real, es que hemos recibido algo en la adoración y lo hemos de transmitir; nosotros no imitamos, nosotros expresamos el Espíritu en nosotros. Vivir de acuerdo a las reglas es una de las cosas más desastrosas que nosotros podemos hacer. Si tú tratas deliberadamente de ser amoroso y amable porque crees que debes imitar, vestir algo del mundo exterior; tú desperdicias tu vida, y peor aún – tú haces un gran daño, si tú vives en el Espíritu, tú vives desde tu centro interior. En la adoración nosotros buscamos en el Centro, en nosotros mismos y en los demás, «desde donde viene nuestra ayuda».

JUNTA ANUAL DEL PACÍFICO, 1954

43.- La inquietud surge como una revelación a un individuo, de que hay una discrepancia dolorosa entre las condiciones sociales existentes y lo que Dios desea para la sociedad y esta discrepancia no está siendo bien atendida. El próximo paso es la determinación del individuo de hacer algo al respecto, no porque él esté particularmente bien equipado para atacar el problema, sino simplemente porque nadie más parece estar haciendo algo.

DOROTHY H. HUTCHINSON, 1961

44.- El carácter de Jesucristo, el tono de su voz a través de los siglos, por así decirlo, ha tenido un tremendo encanto para mí. Yo pienso que es muy probable que una gran dosis de leyenda se haya acumulado alrededor de la historia de su vida; y aún así, mucho de lo que dijo, suena tan verdadero hoy, que eso – usando una antigua frase cuáquera – habla a mi condición. Yo rechacé una buena parte de mi educación religiosa durante el proceso de pensar por mí misma durante mi adolescencia y más tarde; yo encontré imposible de aceptar como cierto mucho de lo que se me había dicho acerca de Jesús y que yo debía creer, pero pensar por mí misma me llevó más cerca de Jesús, porque él tenía la sencillez de acercamiento que yo quería. Él no sólo habló acerca de Dios, él hablaba con Dios; y él enseñaba a sus amigos a hacer lo mismo.

KATHLEEN LONSDALE, 1962

45.- Elévanos por encima de la frustración con nuestra falta de soluciones rápidas a los problemas políticos y sociales. Muévenos de tal manera que nuestras acciones puedan ser claras y sabias. No nos permitas desesperar de la humanidad y seguramente de entre nosotros. Que estemos siempre abiertos a la guía del Espíritu Santo.

JUNTA ANUAL DEL PACÍFICO, 1965

46.- En cualquier momento que seamos conducidos hacia las profundidades de nuestro propio ser, o bien que las busquemos por nuestra propia voluntad, nos enfrentamos a un tremendo contraste. Por un lado reconocemos la patética pequeñez de nuestra existencia efímera, sin sentido o significado en sí misma. Por el otro lado, en la profundidad, hay algo eterno e infinito en lo cual nuestra existencia, y en verdad toda existencia, está fundamentada. Esta experiencia sobre las profundidades de la existencia nos llena con un sentido, tanto de reverencia, como de responsabilidad, lo cual da, aun a nuestras vidas finitas, un significado y un poder los cuales ellas no poseen en ellas mismas. Esto, yo estoy seguro, es nuestra experiencia humana de Dios.

JOHN MACMURRAY, 1967

47.- La experiencia interior debe ser verificada de acuerdo a la mente de Cristo, los frutos del Espíritu, el carácter de ese cuidado intencionado que en el Nuevo Testamento es llamado Amor … Si Dios es conocido en medida por cada persona, nuestro conocimiento de él será ganado en gran manera a través de la experiencia de otros, quienes con reverencia y con humildad lo buscan. Como último recurso nosotros debemos ser guiados por nuestra propia convicción conscientemente sostenida – pero esto es el último recurso. Primero, debemos buscar con cuidado y con oraciones a través de las percepciones de otros, tanto entre los anteriores como entre nuestros contemporáneos, y sólo en la Luz de esta búsqueda, llegamos a nuestra propia afirmación.

L. HUGH DONCASTER, 1972

48.- Estar sin clero ordenado no es estar sin liderazgo ni ministerio. Los dones del Espíritu incluyen ambos. Para nosotros, los llamados a ministerios particulares, son usualmente por un período limitado de tiempo, y estos dones pertenecen a la tarea, más bien que a la persona. Durante su vida, una persona puede ser llamada a un número de ministerios, cada uno con su propio carisma.

JUNTA ANUAL DE LONDRES, A LIMA CON AMOR, 1987

49.- En 1657, George Fox aconsejaba a los Amigos no viajar ni profetizar como un modo de vida, sino que una vez que su mensaje había sido entregado, ir a casa, quedarse en casa, y llevar una vida de santidad «en la carne» … El hecho de que la predicación profética fuera una experiencia transitoria y no un oficio o estilo de vida permanente, significaba que todos los Cuáqueros, hombres y mujeres, tenían que integrar momentos de estar «en el poder» con otros aspectos de su existencia social y personal «en el cuerpo».

PHYLLIS MACK, 1992

50.- Una inquietud social cuáquera parece surgir característicamente en un individuo sensible o en un grupo muy pequeño – a menudo décadas antes de que esta inquietud se apodere de La Sociedad de los Amigos como un todo y tanto como un siglo o más antes de que ésta interese al mundo secular … El bien, pacientemente practicado debe vencer al mal.

STEPHEN CARY, 1997

51.- Nuestro compromiso es notar los avivamientos dentro de nosotros mismos y dejar que nos lleven a nuevos niveles de expresión y servicio.

PAUL NIEBANCK, 1981

52.- Una de mis observaciones finales … tiene que ser acerca de la extraordinaria vulgaridad de muchas de estas mujeres. Ellas querían que sus vidas diarias mundanas fueran impregnadas con la experiencia del Espíritu y de sus frutos de amor y paz y armonía. Ellas se fueron a las calles, se enfrentaron al abuso físico y gritaron su mensaje contra una quejumbrosa oposición, luego ellas fueron a casa a revisar las cuentas domésticas y a alimentar y a confortar a sus hijos. Ellas previeron el milenio, escribieron cartas al Rey y sirvieron carne de res y cerveza para la cena.

CHRISTINE TREVETT, 1991

53.- ¿Cómo podemos tener la esperanza de preparar nuestros corazones y nuestras mentes para una adoración humilde llegando a gran velocidad a la Reunión herméticamente encerrados en una tonelada de vidrio, metal y plástico? Los autos inevitablemente «protegen » a los pasajeros del mundo real, del viento, de la lluvia, de la espera por el autobús y de la necesidad de comunicarse con la gente. Esto representa un reto espiritual para los Amigos. Nuestra necesidad de buscar una humildad terrenal agrega otra dimensión a nuestra necesidad por un acercamiento sano al transporte y al aire limpio.

DAVID BOYD, 1994